En esta ocasión queremos hablaros de la película Campeones de Javier Fesser, que acabamos de ver recientemente en el cine. Ir con niños ha sido una experiencia muy positiva y recomendamos disfrutarla en familia.
– Aviso: este artículo puede contener spoilers –
La historia de Campeones comienza con un antipático entrenador profesional de baloncesto que por conducir ebrio se ve obligado a prestar servicios a la comunidad entrenando a un equipo con discapacidad intelectual. Al trabajar con ellos tendrá la oportunidad de conocerlos y de aprender una valiosa lección de humildad y optimismo que cambiará su manera de ver la vida y le hará cuestionarse qué es ser “normal”.
Campeones es una película que, de una manera divertida y libre de prejuicios, nos acerca a las personas con discapacidad intelectual y nos ayuda a normalizar y hacer visible este colectivo. Junto con el entrenador, vamos conociendo a cada uno de ellos, sus gustos e intereses, vemos cómo trabajan, organizan su vida y consiguen superar sus limitaciones. Estos chicos “discapacitados” nos demuestran una gran capacidad para enfrentarse a los problemas sin perder la ilusión. Clic para tuitear
Eso es algo que muchas personas como el entrenador, que se consideran “normales”, no saben hacer en su día a día. Viendo la película te das cuenta de lo mucho que se les juzga sin conocerlos realmente. Y de eso se trata, de hacernos ver el miedo que hay a lo que se desconoce.
La película, no recomendada para menores 7 años, en mi opinión se entenderá mejor en niños/as a partir de 9 o 10 años. Antes de esta edad es conveniente hablar con ellos y explicarles algunas cosas que es probable que no entiendan. Un recurso que se puede utilizar antes de verla es leer con nuestros hijos el cuento de Silvina Bailarina, de los Cuentos que contagian ilusión de la Fundación ONCE, de los que ya os hemos hablado anteriormente en la revista. En este breve cuento (con audio incluido) se explica, de una manera muy sencilla, lo que es el Síndrome de Down, una de las discapacidades de algunos de los protagonistas.
Una película necesaria y sana, una oportunidad para educar en valores a través del humor y el cariño.
Sin caer en la sensiblería ni paternalismo trata el tema abiertamente y siempre desde el humor y el cariño. Hay escenas muy divertidas que los niños entienden muy bien y con las que se ríen mucho, como la “mosca cojonera”, además de momentos en los que se dicen muchas palabrotas y te miran con picardía.
Hay ocasiones en que el equipo pone en su sitio a su entrenador, como cuando este les dice en un partido: “son muy malos, les vamos a machacar” y uno le replica: “eso no es justo, tampoco hay que humillarles”. Y otros momentos más tiernos que tocan la fibra, cuando uno le dice: “a mí tampoco me gustaría tener un hijo como nosotros. Lo que sí me gustaría es tener un padre como tú”.
Tampoco faltan lecciones de las que podrían tomar nota aquellos padres competitivos, con hijos que practican deportes. Saber disfrutar del deporte con respeto y celebrar los éxitos con los rivales, con independencia de quién gane o pierda, es un ejemplo para todos. La alegría que demuestran de vivir y la manera cómo comparten la ilusión se contagian en todo momento. Son de esas pocas películas en las que al final el público aplaude, de las que sales del cine contento y comentando las mejores escenas.
Nuestra enhorabuena a los responsables y actores de la película por su valentía y honestidad.
Cartel Campeones: Universalpictures.es