Libro para concienciar y educar en el feminismo y la igualdad
«En lugar de enseñarle a tu hija a agradar, enséñale a ser sincera. Y amable. Y valiente. Anímala a decir lo que piensa, a decir lo que opina en realidad, a decir la verdad. […] Dile que, si algo la incomoda, se queje, grite».
Recomendamos esta lectura breve de Chimamanda Ngozi Adichie, escritora y activista feminista nigeriana, sobre la importancia de incorporar el feminismo como valor en la educación. A través de una carta que dirige a una amiga que acaba de dar a luz a una niña y le pide consejo para educarla en el feminismo, expone quince sugerencias prácticas para educar en la igualdad y el respeto.
Desde su experiencia personal como mujer nigeriana, sin dogmas y con mucho sentido común, explica su visión del feminismo que sirve tanto para educar a nuestras hijas como para provocar la reflexión en cómo educamos a nuestros hijos varones.
Adichie destaca la importancia de enseñarles valores como el trabajo fuera de casa y ganarse la vida, para ser personas plenas y con confianza. Hay que fomentar la independencia desde niñas, que aprendan a hacer las cosas y valerse por sí mismas. No dejar nunca que interioricen los roles de género. Estos están tan arraigados en nuestra sociedad que incluso inconscientemente muchos padres imponen a las niñas normas diferentes de los niños, más libres para jugar y actuar.
Para la autora, feminismo y feminidad no son excluyentes. Una mujer no debe avergonzarse de su feminidad. “Si le gusta el maquillaje, deja que se maquille. Si le gusta la moda, deja que se arregle. Pero si no le gusta ni una cosa ni otra, déjala tranquila”. Tampoco dar excesiva importancia a cosas como la ropa. La manera de vestir es una cuestión de gusto, no de moralidad.
Destaca el mensaje negativo que se transmite cuando se habla del matrimonio como un logro o algo a lo que se deba aspirar por parte de las mujeres, y no así en el caso de los hombres. Educar de esta manera a niños y niñas genera relaciones desiguales, en la que las mujeres siempre tenderán a dar más importancia a esta institución que los hombres.
Las diferencias físicas entre hombres y mujeres no puede justificar la imposición de normas sociales y de comportamiento que discriminen a las mujeres. “Estas normas sociales las crean las personas y no hay ninguna norma social que no pueda cambiarse”.
Otro de los consejos que destaca es la importancia de una buena educación sexual y de hacerlo pronto.
El cuerpo de una mujer sólo le pertenece a ella misma y ha de saber decir no cuando ella quiera. Clic para tuitearEn este interesante vídeo TED: Todos deberíamos ser feministas, vuelve a compartir estas y otras reflexiones.
El cambio no vendrá cambiando sólo la educación de nuestras hijas, también la de nuestros hijos. Por eso subraya la importancia y la necesidad de ser todos feministas. Aunque en muchas ocasiones lo escuchemos, feminismo no es machismo al revés.
Adichie: Feminista es un hombre o una mujer que dice: Sí, hay un problema con el género tal como existe hoy, y hay que solucionarlo. Tenemos que hacerlo mejor. Clic para tuitearEducar en la igualdad también implica educar a nuestros hijos varones de forma diferente. Todavía se define la masculinidad de una manera muy estrecha y a los niños se les enseña a ser duros, a tener miedo a la debilidad, a la vulnerabilidad.
Aunque hoy vivimos en un mundo diferente y hayamos evolucionado parece que nuestras ideas de género no lo hayan hecho. A pesar de la igualdad formal, que no existe en todo el mundo, todavía es difícil encontrar a mujeres en puestos de liderazgo y responsabilidad. La persona con más probabilidad de liderar debería ser la más creativa, la más inteligente, la más innovadora, y “no hay hormonas para esos atributos”.
¿Qué pasaría si al educar a nuestros hijos e hijas nos centráramos en su capacidad e intereses en lugar de su género?